Luego de tres semanas consecutivas a la baja, el saldo de las reservas internacionales del país registraron un alza de 972 millones de dólares, para colocarse en 161 mil 882 millones de dólares, informó el Banco de México (Banxico).
En su estado de cuenta semanal, el instituto central detalla que las reservas internacionales registraron un crecimiento acumulado de 19 mil 406 millones de dólares respecto al cierre de 2011, cuando se ubicaron en 142 mil 475 millones de dólares.
Explica que el repunte que observaron las reservas internacionales en la semana del 24 al 28 de septiembre se debió a la venta de dólares de Petróleos Mexicanos (Pemex) al banco central por mil millones de dólares, así como a la compra de 94 millones de dólares por parte del gobierno federal a la institución.
Lo anterior, abunda, aunado a un incremento de 66 millones de dólares resultado del cambio de valuación en los activos internacionales de la institución.
Menciona que en el lapso de referencia realizó operaciones de mercado abierto con instituciones bancarias para compensar una expansión neta de la liquidez por 16 mil 029 millones de pesos.
Ello, como resultado de una expansión impulsada por el retiro de recursos de la cuenta de la Tesorería de la Federación y otras operaciones por siete mil 774 millones de pesos y a la venta de dólares de Pemex al banco central por el equivalente a 12 mil 891 millones de pesos, explica.
En cuanto a la base monetaria (billetes y monedas y depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banxico, éste reporta un aumento de cuatro mil 636 millones de pesos y sumar 728 mil 581 millones de pesos, que implicó una variación anual de 15.3 por ciento.
La cifra alcanzada por la base monetaria al 28 de septiembre de este año representó una disminución de 34 mil 911 millones de pesos en lo que va de 2012.
Dicho comportamiento, anota, es congruente con el ciclo y la estacionalidad de la demanda por base monetaria, al considerar también el efecto temporal asociado a la celebración de las elecciones federales en México y cuyo impacto en las tasas de crecimiento anual disminuirá con el tiempo.